sábado, 17 de septiembre de 2005

TALLER DE PARTICIPACIÓN - ENCUENTRO DE MUJERES QUE LUCHAN
Lujan 17 setiembre 2005


Cuento colectivo sobre la historia de una mujer que vive en un barrio del Gran Buenos Aires

LA HISTORIA DE YOLANDA

YOLANDA tiene 13 años, vive en un barrio del Gran Buenos Aires con su familia y concurre a la escuela. Aveces le cuesta ir por sus problemas personales.
Tiene muchos hermanos, la mayoría son varones.
A YOLANDA le cuesta economicamente abastecerse de útiles y calzado.
YOLANDA tiene que utilizar parte de su día para ir a trabajar porque sus padres están sin trabajo y ella ayuda, economicamente y en el hogar. La madre está enferma.
Por su vida a YOLANDA le cuesta seguir con sus estudios. Finalmente deja la escuela y se pone de novia.
El novio de YOLANDA un día le dijo que esa remera que usaba le quedaba muy corta.
Además de trabajar y atender a su familia ahora también tiene que atender al novio.
YOLANDA, como una manera de liberarse de esa vida, empieza a pensar en tener una familia propia, y trabaja más horas para lograrlo.

Ahora YOLANDA tiene 18 años. Cambió de novio pero sigue pensando lo mismo.
Ahora las cosas le van mejor. YOLANDA cree que es el momento de casarse. Cumple 20 años. Se casa. Tiene dos hijos y un marido. Sigue luchando y trabajando para que a sus hijos no les pase lo mismo que a ella.
Vive con su familia en paz.

A los 40 años YOLANDA se pregunta si su vida podría haber sido distinta.
YOLANDA se hartó.

VERONICA, su íntima y única amiga, la invitó al Encuentro de Mujeres de Rosario.
YOLANDA empezó a preguntarse para qué le sirvió tanto trabajar para su familia.
YOLANDA se junta con VERONICA y otras mujeres que conoció en Rosario y se pregunta por su sexualidad, además de cuestionarse por sus frustraciones.
Se da cuenta que durante su vida no tuvo amistades.
Encontrándose con otras mujeres se da cuenta que a otras mujeres les pasa lo mismo.
Se da cuenta que por no haber tenido amistades se había convertido en una persona huraña y encerrada en la casa.
YOLANDA ahora salió a la calle con el MTD y se hizo piquetera.
Ahora no la para nadie.
Para su familia y su marido, YOLANDA está MUY cambiada. Explica el por qué de su cambio. Algunos la entienden otros no.
YOLANDA se divorció y empieza a estudiar salsa.
Se da cuenta que le gusta decidir sobre su vida, y baila salsa con sus compañeros de murga.
Además participa en los espacios de mujeres y en otros lugares de decisión

YOLANDA ahora se encontró a sí misma y vive más feliz. Está disfrutando de la vida.
Con todo lo que está haciendo se pudo olvidar de su infancia y su adolescencia infeliz.
YOLANDA es más independiente. Encontró su propio espacio. Encontró una guardería para sus hijos.
REFLEXIONES (a partir de la historia de YOLANDA y de la vida personal de cada compañera)

- Hartazgo de las distintas formas de opresión cotidiana.
- Antes no se daba cuenta de su opresión.
- Ahora es protagonista de la lucha. El MTD le sirvió para entender que salir a luchar es una forma de afianzar su propia identidad y para valorar el apoyo de los compañeros.
- La terapia es la Organización. Ayuda a sacar de uno lo que pasó y hacer valer sus derechos.
- La verguenza por participar es la mirada discriminatoria de los otros.
- Todavía los hombres tienen más posibilidades de participar porque tienen menos obligaciones de cuidado.
- Hablar con otras mujeres fortalece.
- Es necesario tener más decisión y animarse. Dejar la autoexigencia ancestral de decir lo correcto en el momento justo.
- Antes y ahora es distinta la crianza.
- La historia personal influye en animarse a participar.
- La participación es un proceso de confianza y de seguridad personal. De sentir que la lucha vale la pena.
- La cultura del poder está más arraigada en las mujeres más grandes que en las más jóvenes.
- Ahora las mujeres vamos a enfrentar más las situaciones de lucha. Las mujeres ejercemos más nuestros derechos y nuestro poder de mujeres.
- Planteamos que se respeten los horarios de reunión.
- Los hombres se ofenden por la autoridad que ganamos las mujeres en los espacios de reunión.
- El espacio que ganó la mujer es una práctica concreta de hacer y construir usando la palabra.
- La mujer es más aguerrida. Sigue adelante.
- Podemos trabajar en equipo. Pensar en colectivo.
- NO hay solo UNA forma de participar.
- Participar desde el placer.


CONCLUSIONES Y ACCIONES

- Fortalecer el placer de participar en los espacios que ELEGIMOS
- Seguir adelante ejerciendo la práctica de la participación en diferentes instancias de participación (coordinación con otros movimientos, productivos, relaciones). Salir de los roles establecidos de cuidado (merendero, comedor, limpieza)
- Plantear el cambio discutiendo la necesidad (de cambio) con otros compañeros/as y animarse al cambio.
- Multiplicar las ganas de participar.
- Que en todos los movimientos haya un espacio de mujeres.
- Que se logre una constancia de encuentro.
- Establecer un espacio de discusión del Espacio de mujeres con los compañeros.
- Incluir a los hombres en el debate de un pensamiento liberador desde la perspectiva de género. (No sabemos cómo, pero sabemos que queremos hacerlo)
- Seguir sosteniendo el Espacio de Mujeres.
- Que esté presente todo el tiempo en todos los debates (cruzarlo todo el tiempo)


Espacio de mujeres
FRENTE POPULAR
DARIO SANTILLAN

VIAJANDO AL 20 ENM

Crónica del ENCUENTRO DE MUJERES QUE LUCHAN
Sabado 17 de setiembre, Barrio Villa
del Parque, Luján, Gran Buenos Aires.

El “Encuentro de Mujeres que Luchan” se realizó el sábado 17 de septiembre, en el Barrio Villa del Parque de Luján. Las compañeras llegaron de distintas maneras al barrio. Un grupo de mujeres salieron a las 10 de la mañana desde el local de Constitución en el omnibus y pasaron a buscar a más compañeras que partieron desde la plaza de Moreno. Otras compañeras llegaron desde la zona de Berisso y La Plata y otras vinieron desde la Lanús, Alte.Brown, Lugano, Avellaneda, Ezeiza, Guernica, Quilmes .
También participaron: la agrupación “Mujeres al Oeste", “Mujeres Va-riendo” y las realizadoras del video sobre el encuentro de mujeres, compañeras de la agrupación de acciones feministas “de boca en boca”.
Al llegar al barrio Villa del Parque, las compañeras y compañeros de Luján nos recibieron con un almuerzo que se extendió hasta las 13hs. En la entrada habían colgado unas banderas de bienvenida para las mujeres que participaban del encuentro.

-La apertura del encuentro estuvo a cargo de las compañeras del Espacio de Mujeres del FPDS. La mística de la presentación se concentró en relatar la historia del Espacio de Mujeres. Formamos una ronda y en el medio se colocaron algunos objetos que simbolizaban tramos de esta historia (una olla y un cucharón, la remera con el dibujo de las mujeres que luchan, los recortes periodísticos que hablaban del espacio, el termo y el mate, la olla improvisada por las mujeres del Luján en el Encuentro Nacional de Mendoza, etc.). Mientras una de las cumpas relataba en voz alta los hitos que fueron conformando el espacio, las mujeres se iban parando, se acercaban al centro y compartían esas experiencias con anécdotas y cantos. Se nombraron momentos muy importantes para el espacio como: la participación en el Encuentro Nacional de Mujeres en Rosario de 2003; la primera asamblea de mujeres en el puente el 26/10/03, el primer encuentro de mujeres en noviembre de ese año en Roca Negra; la marcha a Plaza de Mayo por el 8 de marzo de 2004; el encuentro en la casa Olga Vázquez de La Plata en septiembre; el viaje de las compañeras al Encuentro Nacional de Mujeres en Mendoza en octubre; el encuentro de mujeres en Semillita (Lanús) en noviembre; la jornada de lucha en Plaza de Mayo para el 8 de marzo de 2005; el espacio durante el segundo plenario del Frente en Conforti (30/04/05); los talleres realizados el 18 de junio durante el acampe frente a los tribunales de Lomas de Zamora. Por último se nombró al Encuentro de mujeres que luchan en Luján y en ese momento se pusieron de pie todas las compañeras. Comenzamos a cantar las nuevas canciones ideadas por las cumpas: “los mejores, los únicos, los anticonceptivos (bis)./ Que en todos lados se vea el poder de las piqueteras (bis)/ Aborto seguro si, si, si!” o “Se pensaron que nos habían cagado/ porque estábamos desorganizadas/ con sudor con lucha y con paciencia/ va creciendo la nueva resistencia/ mujeres a luchar por nuestra dignidad/ mujeres a luchar por nuestra libertad”

Luego de la presentación, se organizaron los tres talleres paralelos. La idea era ver primero el video sobre el encuentro de mujeres, pero por unos problemas técnicos no se pudo pasar. Cada compañera eligió en cual quería participar y así nos dividimos en tres grupos que trabajaron hasta las 16hs.. El primer taller era sobre “violencia familiar y autoestima”, coordinado por la asociación “Mujeres al Oeste". El segundo era sobre “sexualidad” coordinado por la agrupación “Mujeres Va-riendo sin escoba”. El tercero era sobre “participación en los movimientos en lucha”, coordinado por las compañeras del Espacio de Mujeres del FPDS.

El primer taller se concentró en trabajar el autoestima y los problemas de violencia familiar y discriminación. Se trabajó también sobre la violencia verbal, sexual y física. Al final del taller se armó un papelógrafo que se denominó “cocinando sueños” en el cual se plasmaron los deseos de cada una de las compañeras: trabajo, igualdad de género, educación para todos/as, mayor información y herramientas, seguir trabajando el autoestima de cada una, por nombrar algunos.

El segundo taller era sobre “sexualidad” y estuvo coordinado por la agrupación “Mujeres Va-riendo, sin escoba”. Este taller comenzó con una dinámica diferente. Todas las compañeras comenzaron a caminar en círculo; cuando paraban de caminar, las compañeras se ponían de a dos (pero siempre había que elegir a una compañera diferente) y las consignas eran enunciadas por la coordinadora del taller: por ejemplo “nos ponemos de a dos y le contamos a la compañera de donde venimos”, o contarse el nombre y como llegó cada una al encuentro, y por último, contarse un anécdota o algo bueno que paso en la semana. Después, las compañeras tenían que leer una serie de carteles que habían sido colgados en el espacio donde se realizó el taller. Luego de leer todos los carteles (algunos incluían fotos), cada una elegía uno. Todas las compañeras comenzaron a caminar como si estuvieran en una “marcha de mujeres” cantando, aplaudiendo y compartiendo. Las compañeras pasaban al centro, mostraban el cartel y explicaban porque lo habían elegido. Los carteles eran muy variados. Muchos de ellos eran grafitis (por ejemplo, “mujer que se organiza, no plancha mas camisas”), canciones que se suelen cantar en las marchas de los encuentros nacionales, afiches como el de la “mujer colonizada” de la agrupación Mujeres Públicas. Los más elegidos estaban vinculados con; la violencia hacia la mujer, el aborto, el derecho a decidir y la participación de las mujeres. Para continuar con el taller, el grupo se volvió a dividir en tres: Preservativos, Aborto y Género. En el primero se realizaron una serie de juegos y actividades vinculadas con las formas de cuidarse y la utilización de preservativos. En el segundo se juntaron en ronda para compartir distintas experiencias y opiniones sobre el aborto, sobre la campaña por “aborto seguro libre y gratuito”. En el tercer taller sobre Género, se trabajó con una dinámica en el cual se caminaba en círculo, se iban sacando papeles de un sobre y se acercaban al centro si cada compañera se sentía identificada con las frases que aludían a distintas actividades “propias” de la mujer o “propias” del varón. Después de la caminata, se compartían las experiencias y opiniones frente a esas frases; por último se armaron dos papelógrafos en el cual las compañeras tenían que escribir lo que ellas pensaban que “la sociedad esperaba de una mujer y de un varón”. Los tres talleres se volvieron a reunir y se intercambiaron las actividades realizadas en cada uno. Cada grupo (Preservativos, Aborto y Género) se sacó una foto representativa del trabajo que habían realizado dentro de cada taller. Finalmente las mujeres de Va-riendo regalaron una foto final a todas las compañeras.

El tercer taller trabajó sobre la participación política de las mujeres y estuvo organizado por las compañeras del Espacio de Mujeres del FPDS. La dinámica del taller consistió en armar la historia de una mujer que se iba completando por los relatos que aportaban cada una de las participantes. Así fue que se armó la historia de vida de Yolanda. “Con sólo 13 años, ella se hacía cargo de responsabilidades que le impedían continuar con sus estudios. Pero Yolanda se pone de novia, se casa, arma una familia... sigue trabajando, tiene dos hijos. A los 40 años Yolanda se pregunta si su vida podría haber sido distinta. Yolanda se hartó. Ella comienza a participar, va al encuentro nacional, se encuentra con otras mujeres, se pregunta sobre sus frustraciones, sobre su sexualidad. La historia de Yolanda sigue avanzando; se hizo piquetera. Esta muy cambiada... baila salsa, va a los espacios de mujeres. Está mas feliz, mas independiente. Encontró mas espacios para ella. Encontró una guardería para sus hijos”[1]. Cuando las cumpas compartían esta historia, nos comentaban que al enlazar los distintos relatos todas sentían que eran Yolanda.

Pasadas las 16hs. nos volvimos a reunir todas en un plenario para compartir las experiencias al interior de cada taller. Después de la lectura de los papelógrafos, una compañera se acercó al centro de la ronda y compartió un texto llamado La cultura del terror/2 de Eduardo Galeano[2]: “La extorsión, el insulto, la amenaza, el coscorrón, la bofetada, la paliza, el azote, el cuarto oscuro, la ducha helada, el ayuno obligatorio, la comida obligatoria, la prohibición de salir, la prohibición de decir lo que se piensa, la prohibición de hacer lo que se siente y la humillación pública son algunos de los métodos de penitencia y tortura tradicionales en la vida de familia. Para castigo de la desobediencia y escarmiento de la libertad, la tradición familiar perpetúa una cultura del terror que humilla a la mujer, enseña a los hijos a mentir y contagia la peste del miedo.
-Los derechos humanos tendrían que empezar por casa- me comenta, en Chile, Andrés Domínguez.”

En este plenario final también se conversó sobre la organización para participar del Encuentro Nacional de Mujeres en octubre. Elsa, nos comento a todas de que se trataban los encuentros nacionales, ya que muchas mujeres nunca asistieron. Este año el encuentro se realiza en Mar del Plata, comienza el sábado 8 a las 10 de la mañana con el acto de apertura; después se largan los talleres (mas de 40), al otro día se hace la marcha, la peña y el lunes por la mañana se leen todas las conclusiones de los talleres.

Surgió la propuesta de armar una bandera del espacio para llevar al encuentro. Las compañeras le propusieron al área de cultura para que haga la bandera. Rosana se llevo la tela y la idea que surgió era teñirla de lila o violeta (como la otra bandera que había). Llevaría la siguiente frase que fue acordada por las compañeras: “Las mujeres resistimos y luchamos”, se pintaría el dibujo de Flor con la mujer levantando el puño (la misma imagen que se uso para el stencil del 8/3/05) y se agregaría abajo Frente Popular Darío Santillán.

El cierre del final estuvo organizado por Yanina. Formamos una ronda, colocamos todos los mates en el centro. Yanina nos repartió un puñado de yerba a cada una. Y Carla explicó porque estaban esos mates en el centro. La idea era que el mate es algo que compartimos con las personas que amamos, trabajamos y luchamos. Por eso cada una tenía que pasar al centro, pedir deseos y llenar esos mates con la yerba de nuestras manos. Algunas mujeres decían sus sueños en voz alta, como por ejemplo: “que siempre estemos juntas”, “que sigamos luchando”, “que se cumplan los sueños de las compañeras”, “por el cambio social”, “que no haya más violencia hacia las mujeres”,etc.
Una vez que se llenaron los mates, nos tomamos de la mano y comenzamos a girar alrededor cantando “se pensaron que nos habían cagado...”.

[1] Estos son algunos fragmentos de la historia de Yolanda.
[2] Eduardo Galeano, “El libro de los abrazos”